Si el alma de una iglesia son sus fieles, irremediablemente el corazón de esta es Cristo, y la realidad es que el corazón de nuestra iglesia llevaba con algunos fallos desde hacía meses.
No os asustéis, pues no era nada excesivamente grave. Aun así, el sagrario de nuestra iglesia, el lugar donde guardamos el Cuerpo de Cristo, llevaba algún tiempo en un estado un tanto deteriorado. Por ello nuestro párroco Don Manuel ha decidido someterlo a una operación realizada por buenos orfebres, que en un corto plazo de tiempo dejarán arreglado el lugar de reposo del Señor. (más…)