Si el alma de una iglesia son sus fieles, irremediablemente el corazón de esta es Cristo, y la realidad es que el corazón de nuestra iglesia llevaba con algunos fallos desde hacía meses.
No os asustéis, pues no era nada excesivamente grave. Aun así, el sagrario de nuestra iglesia, el lugar donde guardamos el Cuerpo de Cristo, llevaba algún tiempo en un estado un tanto deteriorado. Por ello nuestro párroco Don Manuel ha decidido someterlo a una operación realizada por buenos orfebres, que en un corto plazo de tiempo dejarán arreglado el lugar de reposo del Señor.
Este proyecto es, como cabe esperar, algo costoso, no obstante de los más importantes que puede acometer la parroquia actualmente. Puede que necesitásemos también un lavado de cara, pero como en todo, lo que realmente importa es el interior. Muchos ya conocían esta realidad, ya que en más de una ocasión se habló de que debido a los años la madera estaba podrida en algunos puntos y que había algunos agujeros que se taparon de aquella manera para impedir el paso de cualquier animalejo. Pero esto eran sólo medidas provisionales.
Así que ya sabéis en breve comenzará una operación sin riesgos que mejorará el estado de salud del corazón de la iglesia.
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