¡Me has seducido!
Viniste pronto,
en primavera,
cuando empezaban a romper las flores.
El árbol tenía fuerza
y echaba yemas
con empuje.
Viniste
y me tomaste de la mano
y me hiciste una proposición amorosa.
Te dije que sí,
y nos fuimos los dos
solos.
No lo pensé mucho.
No calculé.
Me fui contigo.
El dinero no me inquietaba
¿Qué comeremos?
¿Qué beberemos?
No pensé en nada.
Me bastabas Tú.
¡Me has seducido!
Patxi Loidi, Mar adentro
Responder