Durante una fiesta, en el Japón, le hicieron probar una popular bebida japonesa a un turista, el cual, después de tomar la primera copa, observó que el mobiliario de la habitación se movía.
– Es una bebida muy fuerte…, le dijo a su anfitrión.
– No demasiado, replicó éste. Lo que ocurre es que hay un terremoto.
Fuente: Anthony de Mello, La oración de la rana.
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