El día de Pentecostés celebramos esa fuerza escondida que, dentro de nuestro corazón, nos impulsa a gritar a los cuatro vientos que Dios es ese Padre misericordioso y lleno de amor que ha resucitado a su Hijo Jesús, el Cristo, y a través de él envía su Espíritu santo a su Iglesia para que la creación entera recupere su aliento original.
La canción que va a continuación es del disco La fuerza escondida, de Cesáreo Gabaráin.
Deja una respuesta