
He notado también que eso de Jalowín nos sigue invadiendo y parece que está aquí para quedarse con intención quizá lúdica, aunque no sé, no sé… Y me repatea bastante porque no tiene realmente nada que ver ni con lo religioso ni con nuestras costumbres. Se me antoja más panem et circenses que otra cosa. Cuando calabazas sonrientes y dentudas, y jinetes sin cabeza empiezan a pulular por doquier, en lugar del terreno espiritual estamos en el espiritoso. Que me perdonen mis amigos americanos.
Bueno, a lo que iba y ya con seriedad. En este día de fieles difuntos, ya que no tengo nada audiovisual que poner aquí simplemente os invito a conmemorar a nuestros familiares, amigos y conocidos que han fallecido, tenerlos presentes en la oración y en el silencio de nuestro corazón y recordar aquella frase del evangelio que dice: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá» (Jn 11,25). Y está en boca de alguien que ha experimentado la muerte y ahora está vivo entre nosotros.
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