Hay personas que viven con nosotros y nos hacen alegres, y hay personas con quien nunca nos hemos encontramos y nos alegran. Para mí uno de ellos es Tony Meléndez. ¿Por qué? Voy a explicarte. ¿Estás a veces deprimido o deprimida? Yo sí. Tienes que saber que los húngaros son unas de las personas más deprimidas en el mundo. No estoy bromeando. Es verdad. Los números lo enseñan. Yo puedo estar triste no sólo cuando algo grave pasa. No, pequeñas cosas son suficientes. Pero desde que oí sobre Tony Meléndez muchas veces en mis momentos malos pienso en él y de repente tengo vergüenza. Porque me doy cuenta de cuántas cosas Dios me ha dado y me da cada día. Él realmente podría tener razones para quejarse y no lo hace. Tiene fe y hace cosas maravillas.
Tony nació sin brazos por un defecto de una medicina que su madre tomaba durante su embarazo contra náuseas matutinas. Ahora es guitarrista. Toca la guitarra con sus piernas. Fue llevado de Nicaragua a Los Ángeles para tener brazos artificiales. Él los usó hasta la edad de 10 años pero desde entonces decidió no llevarlos. “No me sentía cómodo con ellos – explica – Yo podía usar mis piernas con más facilidad”.
Su habilidad para usar sus pies pronto se extendió fuera de los límites de las cosas diarias. El recuerda eso así: “Primero yo empecé a tocar un órgano pulsador. Después en la escuela secundaria empecé a tocar la guitarra y el acordeón”. Él también escribía canciones. Tony nunca dejó que su defecto le impidiese tocar un instrumento o ajustarse al ritmo normal de la escuela.
Todavía estaba en la escuela cuando su devoción en la Iglesia católica se hizo más profunda. ”Cuando yo era un niño mis padres me llevaban a la iglesia. Cuando era mayor me fui alejando lentamente. En la escuela secundaria mi hermano siempre me decía: ‘¡Ven conmigo! Es muy guay y divertido’. Por eso volví a ir de nuevo e hice muchos amigos allí, y paso a paso mi vida cambió.”
Durante esta época él consideró seriamente convertirse en sacerdote pero las normas del ministerio sacerdotal no se lo permitieron. Primero se deprimió un poco pero después empezó a usar su energía y talento al servicio de las actividades parroquiales como guitarrista y compositor. La demanda de su trabajo llegó a un punto que tenía que cantar y participar en 5 misas en un mismo domingo. La gente empezó a prestarle atención, entre ellos una persona también que estaba participando en la organización de la visita de Papa Juan Pablo II en 1987. “Alguien sacó mi nombre de un gorro y me pidió ir a una cita – recuerda él – No estaba seguro qué era eso.” Resultó ser una audición. Y él fue aceptado.
Él no sólo cantó en presencia del Papa, sino éste lo besó como agradecimiento por su actuación. Desde entonces ha hecho sus propios discos y ha ganado algunos premios. Se casó y tiene una familia. Lo ponemos aquí como ejemplo de una persona que, superando una dificultad personal (en este caso física), pone sus cualidades personales al servicio del Evangelio. Una persona que exprime los talentos recibidos de Dios hasta hacerlos fructificar a unos niveles admirables. Una persona con más limitaciones que los demás y, a pesar de ello, testigo de la victoria de la vida sobre la muerte. En el siguiente vídeo él mismo nos explica su experiencia personal y de fe.
Rita Pazos Viña y Anxo Pazos Viña
(fuente: http://www.tonymelendez.com/biography2.htm).
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