En estos momentos en que este 2007 llega a su fin, y después de pasar unos días en compañía de mis familiares políticos, me gustaría expresar mis mejores deseos para todos los que echáis un vistazo a este humilde blog y a todos los parroquianos.
Que en el nuevo 2008, a punto de amanecer, el Niño Dios recién nacido crezca lleno de fuerza y vida en nuestro interior, y nos haga dar buenos frutos de esperanza y amor.
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